La "pensadera" y otras formas de perder el tiempo

Yo siempre he pensado que no existe peor manera de perder el tiempo que pasarlo pensando en algo o en alguien.
En algo que no existe, en alguna idea futurista o en alguien que no vale la pena.

He perdido el tiempo pensando en que pierdo el tiempo, y pierdo el tiempo pensando en ese algo.

De hecho uno pierde mucho el tiempo pensando en “maricadas”

Y el tiempo que es tan valioso.

Esos estados de “pensadera” son cuadros clínicos de muchos días de evolución… Pero que hacen todo menos evolucionar, siempre están ahí, no se van.


Uno quiere pensar en algo diferente y lo logra mas o menos por 1 hora.

Uno está concentradísimo en alguna cosa realmente importante y de la nada -Tin!-

aparece ese maldito pensamiento. Y el subconsciente dice: -No, no. Pílas! Pilas que estamos en algo importante!- Pero el miserable no se va… (No se vaaa no se vaaaa (8)).

Entonces uno empieza, por ejemplo, con algo que no existe; pero que uno quisiera que existiera. Y el tiempo pasa.

Después uno vuelve a la realidad y -Tin!- Media hora perdida…

Y lo peor de todo, es que ese tiempo se pierde aplazando el hoy por lo que podrá pasar mañana. Con la maravillosa premisa de “Si yo hubiera” o “Que pasaría si”.

¿Soluciones?

No. Yo no tengo la solución, o mejor, no he solucionado esa pérdida de tiempo.


Porque es muy sencillo, por supuesto, decirlo.

-Pues no sueñe más! Y realice sus sueños! Pare de soñar!!!!-

Hasta me he propuesto para fin de año no perder más el tiempo y aprovecharlo más.

Pero la realidad es que estamos a puertas de un nuevo año y yo sigo perdiendo el tiempo con la pensadera; pensando en cómo lo pierdo pensando en cosas que podrían ser, lamentandome cuándo lo pierdo por pasarme el tiempo pensando y ahora, “aprovechandolo” y pensando en cómo redactar un post para mi blog sobre otras formas de perder mi tiempo.

Post Escrito el Domingo, 11 de diciembre de 2011 - 09:08 p.m.